ABSTRACT
El artículo está precedido por el relato de "Daniel" un auxiliar de enfermería, testigo presencial y voluntario en el socorro de las víctimas del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), durante las primeras horas. Esta cruda descripción plantea la falta de organización en el auxilio y su saldo de frustración. La propuesta del autor del artículo está orientada a destacar la importancia de una planificación previa para la atención de catástrofes, partiendo de la consideración de los riesgos potenciales de cada comunidad. La participación coordinada de los diferentes sectores involucrados en la ayuda a través del relevamiento de los recursos disponibles, una clara definición de incumbencias y la concientización de las prioridades en la emergencia, unida a la importancia del consenso y la comprobación periódica de los criterios operativos conforman el marco de la propuesta